El pan de masa madre tiene más de 6,000 años de historia. Nació en las primeras civilizaciones, cuando la harina y el agua fermentaban naturalmente al entrar en contacto con levaduras salvajes del ambiente. Así comenzó una tradición milenaria: hacer pan con tiempo, paciencia y vida.

Durante siglos fue la forma principal de hacer pan, hasta que la industria introdujo levaduras comerciales para acelerar el proceso. El pan se volvió más rápido, pero perdió sabor, digestión y autenticidad.

En Masa Viva usamos masa madre porque creemos en lo natural, lo nutritivo y lo artesanal. Este proceso lento no solo mejora el sabor y la textura, sino que también facilita la digestión, reduce el índice glucémico y conserva el pan de forma natural, sin aditivos.

Elegimos la masa madre porque cada pan debe tener carácter, historia y alma.